Cuando el precio al trabajo surge de una cuestión populista, circunstancial y sin ningún análisis técnico, serio, responsable y justo; a la larga lo único que va a generar es un conflicto social.
Cada nuevo año trae sus novedades, y este 2016 no podía ser la excepción. Resulta que a partir de este año los policías recién egresados, con casi un año completo de estudios y entrenamiento, tendrán como remuneración, desde su primer mes de trabajo, el monto de S/. 3,000.00 (Tres Mil y 00/100 Nuevos Soles). Si el pago lo va a realizar una empresa privada pues no se tendría porque comentar al respecto; pero como el empleador es el estado, y es dinero de todos los peruanos, si se tiene el deber y hasta la obligación de opinar.
Hay opiniones encontradas. Por un lado los que están de acuerdo y otros que no lo están. Sin lugar a dudas la balanza se inclina más en quien no están de acuerdo.
En un estudio realizado el ingreso promedio de las profesiones es el siguiente:
¿Cuál debería ser el criterio para poder fijar el precio de un trabajo?
Sin duda es algo difícil. Pero a mi opinión se debe pagar en función al aporte que da, en el beneficio que provoca, en lo que produce y la rentabilidad que genera para la sociedad.
El ABC de la inversión es: Gasta en lo que vas a ganar más. Un análisis de costo beneficio.
Lamentablemente en el estado nadie tiene el valor de tomar el toro por los cuernos, decir las cosas como son y es así que todas las decisiones que se toma es producto de un cálculo político, populista y circunstancial. Como el contexto actual es que la población se queja de la inseguridad, entonces la "brillante idea" que se dio es de incrementar el presupuesto en seguridad, entre ellos el incremento de sueldos. Como si incrementando los sueldos a los policías, ellos van a poder estar en dos o tres lugares a la ves. La inseguridad es, en la mayoría de los casos, porque en determinados lugares no hay policías. Los ladrones entran a las casas, roban a la gente, porque no hay un policía cerca. Lo que falta es más policías y no que el sueldo de unos pocos se incrementen. Claro que a veces, para los ladrones, los policías sólo están pintados, pero eso es otro tema, porque policía que no ama su trabajo y no le apasiona lo que hace aunque la paga 50,000 dolares mensual, estoy seguro que no vería nada tampoco.
El ejemplo de cómo gastar en el estado es tan sencillo que en los hogares se da cátedra de ello:
Si un padre de familia tuviera 1,000 soles mensuales y tuviera que programar los diversos gastos del mes, como son la educación de sus hijos, la salud , la alimentación, etc. y que sus ingresos no le alcanza para poder suplir con todo ello, entonces lo que haría es establecer las prioridades de gasto en su hogar.
Primero será la comida. Sería un loco si tratara de restringir el alimento a sus hijos.
Luego considero que es la salud. En esto se encuentra contar con el líquido elemento, tener una adecuada instalación, etc.
Tercero se encuentra la educación de los hijos.
Y cuarto pienso que estaría pensando en que invertir para poder ganar más y así poder suplir las otras necesidades.
De la misma manera se debería pensar en el sector público. Priorizar los gastos en función a la necesidad de la población y no simplemente a las circunstancias.
En nuestro país es sabido que los problemas álgidos son la salud, la educación, el elevado costo de los alimentos que cada año, por la escasa producción, los precios están incrementándose. Hoy en día, y gracias a los medios de comunicación, la seguridad también se está incluyendo como un tema de prioridad dentro del presupuesto.
¿Pero es acaso la situación como para poder fijar un precio a la labor de la policía por encima de muchas otras profesiones.?
Desde luego que no. Ni mucho menos incrementar es la mejor decisión. Lo que faltan es más policías y no que los policías sean más pagados.
Considero que la decisión de incrementar la remuneración a los policías, a la larga, en vez de ser un beneficio para la sociedad va a genera conflictos y malestares sociales. Desde que van a ver más postulantes para policías que médicos y maestros, hasta las huelgas y marchas que van a verse por las calles de los sectores de educación y salud para la mejora de sus remuneraciones. A esto se van a sumar los más marginados: los trabajadores municipales que por muchos años tenían prohibido el incremento de remuneraciones cuando en otros sectores si se les permitía.
El precio justo al trabajo, hará que en la sociedad se viva justamente.